Shakira dona parte de las ganancias de su concierto en San Antonio a damnificados por inundaciones en Texas

La reconocida cantante colombiana Shakira anunció que destinará parte de las ganancias obtenidas en su concierto de este sábado en San Antonio para apoyar a las familias afectadas por las devastadoras inundaciones en el centro-sur de Texas, que han dejado al menos 43 personas fallecidas y decenas más desaparecidas.

A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), la artista expresó su solidaridad con las víctimas: “Querido San Antonio, nuestros corazones y oraciones están con los afectados por la inundación en el centro de Texas”.

La intérprete de Las mujeres ya no lloran precisó que la ayuda económica será canalizada mediante la organización Catholic Charities of San Antonio, la cual se encuentra coordinando la asistencia humanitaria en los condados declarados en estado de emergencia tras las intensas lluvias.

“Acabo de aterrizar en San Antonio, devastada al escuchar las noticias de las inundaciones, las muertes y las niñas aún desaparecidas. No puedo más que pensar en sus familias y en su inmenso dolor. Mis oraciones están con ustedes en este triste día”, expresó la cantante durante la madrugada del sábado, al arribar a la ciudad.

El gesto solidario coincide con la reprogramación de su espectáculo en el Alamodome, pospuesto el pasado 13 de junio minutos antes de su inicio por problemas estructurales en el escenario. El concierto forma parte de su gira mundial Las mujeres ya no lloran, que fue retomada el lunes en Houston tras resolver los inconvenientes logísticos.

Shakira también invitó a sus seguidores a sumarse a las labores de ayuda: “Si quieren sumarse a la donación, pueden hacerlo en el enlace que he compartido”, escribió en redes sociales.

Las lluvias torrenciales que azotan Texas desde el viernes elevaron el nivel del río Guadalupe a casi diez metros, arrasando viviendas, carreteras y un campamento cristiano para niñas, donde aún se busca a decenas de menores y monitoras desaparecidas.

Las autoridades informaron que muchas de las víctimas fueron sorprendidas mientras acampaban en las riberas del río como parte de las celebraciones del 4 de julio.

El gobernador Greg Abbott declaró zona de desastre y desplegó más de 2,200 elementos de rescate, incluidos helicópteros de la Guardia Costera y drones con cámaras térmicas, en un esfuerzo por localizar a los desaparecidos y asistir a las comunidades afectadas.